Código X es una iniciativa dirigida desde la Coordinación de Estrategia Digital Nacional de la Oficina de la Presidencia de la República, para consolidar esfuerzos a nivel nacional e internacional de la industria, sociedad civil, academia y gobierno a fin de promover la inclusión de niñas y mujeres en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Una de sus actividades es el “Programa de mentoría CódigoX-CIDE” el cual está basado en las mejores prácticas que el CIDE ha implementado en su programa Talentum con el objetivo de crear un vínculo entre jóvenes y mujeres con historias de éxito en la industria de tecnología para que las jóvenes conozcan que existen éstas carreras y las consideren como una opción de estudio.
codex-cide_1Sobre su participación Mariana Pérez-Vargas, socia fundadora y directora general de Avantare Consultores comentó “lo que me motivó a participar fue el poder colaborar activamente con este proyecto promovido por AMITI y en particular de AMITI WIT. A través de Código X nos asignaron a una mentoranda con base en el perfil de cada Directora y relacionando el interés profesional de la chica”.
“Me encanta tener la oportunidad de compartir experiencias que puedan ayudar” señaló Guadalupe Sánchez, directora corporativa de BrainUp Systems, “fueron dos platicas de una poco más de una hora en la que mi mentoranda externó sus inquietudes en cuanto a estudiar una carrera de TI y yo le di ejemplos y consejos además de platicarle de las bondades que tiene el estudiar una carrera relacionada con las TI”.
codex-cide_3El programa cerró con una sesión grupal donde cada mentora con su mentoranda platicó sus experiencias y lecciones aprendidas. “Fue maravilloso escuchar a las niñas, sus experiencias que fueron desde sus temores iniciales de cómo le hablo a una directora, que le digo, cómo la contacto, y como esos temores se fueron disipando una vez que se dio la primer sesión y las mentees se sintieron cálidamente acompañadas por sus mentoras. Fue muy emotiva la sesión de cierre, escuchar a las niñas como se expresaron de las mentoras y el profundo agradecimiento que tenían por enseñarles otros aspectos de vida fue maravilloso. Las niñas estaban tan emocionadas que comentaban sus experiencias con lágrimas y cabe mencionar que en la mayoría de los casos se estableció un vínculo afectivo con las mentorandas”, compartió Mariana.
Ambas coinciden que participar en estos programas es la oportunidad de contribuir de manera positiva en la formación de estas chicas. “Es una contribución probono en donde con pocas horas puedes ayudar mucho a una mentoranda y mostrarle como es la vida real en una empresa y compartirle tus experiencias” finalizó Mariana.