Fráncfort (Alemania) (EFE).- Christine
Lagarde comenzó el viernes 1o de noviembre a presidir el Banco Central Europeo
(BCE), en sustitución de Mario Draghi, pero antes de iniciar su mandato
de ocho años ya ha pedido a Alemania y a otros países como Holanda que
inviertan más para apoyar el crecimiento económico.
Pocos días antes de comenzar a presidir el BCE en Fráncfort, Lagarde
decía en una entrevista con la emisora de radio francesa RTL que
Alemania y otros países como Holanda con superávit presupuestarios “no
han realizado los esfuerzos necesarios” para impulsar su débil
crecimiento.
Lagarde, la primera mujer en ocupar este cargo en el BCE, llega en un
momento en que la economía de la zona del euro se debilita, en el que su
locomotora, Alemania, podría entrar en recesión técnica, en el que se
mantiene la incertidumbre por el “brexit” y por el conflicto comercial
entre EEUU y China, que ya ha debilitado el crecimiento mundial.
Está totalmente de acuerdo con que el BCE facilite una transición hacia
la política fiscal, teniendo en cuenta que la política de tipos de
interés bajos ha llegado a sus límites, considera el gestor de fondos
PIMCO.
Lagarde dice ahora que los países que tengan un superávit presupuestario
deberían invertir en infraestructura, en educación e innovación.
Incluso, llega a decir “que los países con margen de maniobra crónico en
el presupuesto como Holanda y Alemania no han hecho mucho para
incrementar su crecimiento”.
El director de investigación macroeconómica de UniCredit, Marco Valli,
comenta que “Lagarde va a heredar una política monetaria que va a estar
en piloto automático”.
“Esto le facilitará centrar sus esfuerzos iniciales en restaurar la
unidad dentro del Consejo de Gobierno y, al mismo tiempo, en preservar
la capacidad del banco central de actuar rápidamente y con valentía”,
añade Valli. EUROEFE EURACTIV