Nueva
York, 8 de marzo, 2017 (Reuters). Mujeres de Estados Unidos planean
participar de una paralización laboral y manifestarse en todo el país el
miércoles en el marco del Día Internacional de la Mujer, en un esfuerzo
por aprovechar el impulso y la convocatoria lograda en las protestas
del día después a la asunción de Donald Trump como presidente.
En
"Un día sin mujeres", aquellas que puedan se mantendrán alejadas de sus
trabajos o escuelas, tal como lo hicieron los inmigrantes el 16 de
febrero para manifestarse contra las políticas migratorias de Trump.
Entre
los objetivos de los eventos convocados para el miércoles se destacan
los de llamar la atención sobre la disparidad salarial entre hombres y
mujeres y sobre la desregulación de los derechos reproductivos.
"Por
años y años, el 8 de marzo ha sido el Día Internacional de la Mujer, y
ha sido un día muy feliz, lo cual está bien", dijo Terry O'Neill,
presidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW por su sigla en
inglés).
"Pero el clima político en el que nos encontramos ahora requiere que tengamos poder político", agregó.
En
promedio, las mujeres estadounidenses ganan 79 centavos por cada dólar
que obtienen los hombres en sus empleos, y entre las afroamericanas y
las latinas la proporción empeora, dijo O'Neill. Dado que las mujeres
representan dos tercios de todos los trabajadores con salario mínimo,
subir el pago por hora reduciría ampliamente esa brecha salarial,
añadió.
Las
organizadoras de las movilizaciones del miércoles están buscando
repetir las tácticas de las marchas de mujeres del 21 de enero en
Washington y otras ciudades, convocadas ampliamente a través de las
redes sociales.
Las
mujeres representan el 47 por ciento de la fuerza laboral civil de
Estados Unidos. Si todas adhirieran al paro, eso implicaría un impacto
de 21,000 millones de dólares del producto interno bruto del país, según
una estimación del Center for American Progress.
Varias
escuelas han cancelado las clases debido a la gran cantidad de docentes
que decidieron no trabajar. Pero las organizadoras reconocen que muchas
mujeres carecen de motivación o no pueden adherir al paro, y las instan
a limitar sus compras a negocios de propiedad femenina o vestirse de
rojo como otra forma de manifestarse.
Las
protestas están planeadas en ciudades de todo el país, entre ellas
Washington, Nueva York, Atlanta, Florida, Chicago, San Francisco y
Berkeley.